Una demanda por lesiones personales generalmente implica dos cosas (i) ¿Quién tiene la culpa? Es decir, “responsabilidad”; ​​y (ii) ¿Cuáles son los daños, las lesiones, el dolor y el sufrimiento y los perjuicios y pérdidas como resultado del incidente/suceso?

Responsabilidad: ¿Quién tuvo la culpa del accidente? ¿Quién es la parte culpable que causó el accidente? Si hay más de una parte culpable, entonces se trata de una distribución de la culpa, es decir, qué porcentaje de culpa se le atribuye a cada parte.

Daños y perjuicios: Su abogado deberá demostrar sus «daños y perjuicios», es decir, los daños y pérdidas causados ​​por el accidente. Esto incluye (i) «daños económicos»; el costo de la atención médica pasada y futura y el costo de cualquier pérdida de ingresos y beneficios pasada y futura y (ii) «daños no económicos»; básicamente, el sufrimiento humano involucrado, el dolor y el sufrimiento, la pérdida y el disfrute de la propia vida, el impacto emocional, el daño, la ansiedad y la angustia. Todos y cada uno de nosotros vivimos vidas diferentes, disfrutamos de manera diferente y sufrimos de manera diferente y, por lo general, este es el componente más importante de los «daños y perjuicios», pero es fundamental que seleccione un abogado que no solo esté familiarizado con el área, sino que sea un abogado experto en extraer esa información y transmitir de manera clara y convincente esos elementos a los abogados defensores, a los liquidadores de seguros y, cuando sea necesario, a un jurado de sus pares.

Recuerde que, cuando un caso llega a juicio, lo juzga un jurado de personas comunes y corrientes que no solo tienen la oportunidad de escuchar la ley, sino también el lado humano de la historia y el sufrimiento de una persona. Esos jurados escuchan atentamente y juzgan la credibilidad de los testigos, las pruebas y los abogados. Elija un abogado que sea adecuado para usted y en quien pueda confiar frente a un jurado en su caso.